Que decir de la dificultad que entraña la pesca del bass en este tiempo, mucho se ha dicho ya sobre donde buscarlos, como se han de mover los señuelos y las horas mas productivas del día para hacerlo..., pero cuando uno llega a pie de agua, lo que era un buen sitio en plena temporada, con frío lo sigue siendo y allí lanza. Lance tras lance al lugar se va batiendo orilla, un cangrejo de vinilo es el encargado de prospectar el fondo, recogida lenta es la elegida para comenzar, pasa un tiempo y la palabra bolo ya esta en nuestro pensamiento, uno dice ¡no pasa nada estamos en invierno!, hasta que de repente algo toma el cangrejito, si es un bass, gran alegría en este momento por la captura. Ya da igual, ya me puedo ir tranquilo a casa sin el "bolondro" tras la oreja, nos relajamos totalmente y seguimos pescando.Un ratito después, ay! que es eso, un toquecito, dos toquecitos y...picada, ¡joder que bien!, y yo que no tenia ninguna esperanza hoy.
Pues si, allí estaban los basses, pegados a la orilla, entre la maleza y muy muy activos por la voracidad con la que mordían el vinilo. Una vez mas y cuando menos nos lo esperamos, ahí están estos bichos para sorprendernos.
Un saludo!