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miércoles, 20 de octubre de 2010

Tentación en superficie


Seguramente en alguna ocasión cuando os encontrabais tranquilamente pescando  habréis podido observar uno de los acontecimientos mas esperados por todo pescador, ese periodo en el que los peces se alimentan como locos en superficie.


La pesca superficial es de las mas impactantes que existen, sin menospreciar claro está otras que se centran en batir capas de aguas mas profundas. Y es que en realidad para pescar en superficie no hace falta que los peces se hallen cerca de ella (aunque ello ayuda), tiene tal potencial que es capaz de hacer subir a un depredador desde varios metros de profundidad, por lo que podemos afirmar que no esta limitada a momentos de alto frenesí alimenticio.

Como se puede suponer hay momentos mas propicios para pescar que otros, y hacerlo en superficie no iba a ser la excepción, estos no son ningun secreto, nos referimos al amanecer y al atardecer. La baja luminosidad de esos periodos facilita el camuflaje de los depredadores con el medio y por lo tanto una mayor probabilidad de que las presas no se den cuenta de lo que se les viene encima. Cuando el sol esta alto, también es posible pescar en superficie, claro que la probabilidad de capturar un gran ejemplar se ve reducida mucho si hablamos de lubinas, y en menor medida de nuestro amigo el bass. Llega el momento entonces de cambiar a una técnica algo mas fina, reducir tallas de los artificiales, afinar las lineas y si puede ser colocar flurocarbonos en los bajos, esto mejora considerablemente la presentacion y a buen seguro que nos hara "raspar" alguna captura si la cosa esta realmente difícil.

En ocasiones incluso especies que no son depredadoras creen que lo son por un momento y deciden atacar a un pececillo que se mueve con dificultad como esta doradita (izquierda) que a pesar de su tamaño no pudo resistirse al zigzagueante movimiento de un paseante.

Observación y muchos cañazos son los ingredientes más importantes de cualquier pesca pero cuando forzamos una técnica, y la utilizamos en momentos en los que los cánones "prohiben" utilizarla, aun lo son mas si queremos dejar a la suerte un poco al lado.

Ahora solo nos queda ir a pescar, observar el entorno y elegir uno u otro señuelo, teniendo el convencimiento de que lo que estamos haciendo esta bien, al fin y al cabo el señuelo que mas pesca es el que mas tiempo pasa en el agua.

un saludo!




domingo, 10 de octubre de 2010

Duro de pescar...

Nos encontramos a pie de agua, con un gran ejemplar de nuestro pez favorito delante de nosotros. Empezamos a presentarle toda la artillería disponible en nuestra caja, el pez sigue los señuelos pero no se decide, a alguno de ellos les faltó poco para acabar dentro de la boca del pez pero en el ultimo momento eran rechazados. Mientras nuestra cabeza sigue pensando en como engañar a ese "bicho", nos imaginamos posando ya con ese tarugo en la foto. Seguimos lanzando una y otra vez, el pez sigue ahí pero ¡que no!, ¡que no se decide!, piensa el pescador por dentro después de probar todo el arsenal. Aunque el pez está difícil si no se ha ido ya hacia el fondo es porque tiene hambre o cuanto menos curiosidad, es entonces cuando el pescador se sienta ya desesperado, ya no hay plan A ni plan B, habrá que buscar un plan C in situ y éste sera buscar en los bolsillos mas recónditos de la mochila ese artificial que hace unos años funcionaba tan bien, pero que fue desbancado por los señuelos mas novedosos del mercado sin piedad alguna.

El señuelo ya esta montado en la caña, el pescador lo lanza, cae al agua, el pez se para justo delante de el, lo mira, abre la boca y sin contemplaciones se lo traga. ¡Por fin!, tras la clavada que fue contundente, el pez tira hacia el fondo pero poco después se hallaba en la mano del pescador, había llegado la hora de la ansiada foto, tras la que el pez volverá al lugar de donde vino.


Este par de lombrices de vinilo montadas a texas consiguieron que el bass entrase al engaño después de haberle presentado un buen repertorio de señuelos.






un saludo